Formación online o presencial:
¿Qué modelo eligen las empresas más productivas?
En un entorno empresarial cada vez más competitivo, la formación corporativa se ha convertido en un pilar esencial para mejorar la productividad, la retención del talento y la adaptación a los cambios tecnológicos. Sin embargo, ante la amplia oferta disponible, muchas compañías se enfrentan a una decisión estratégica clave: ¿apostar por la formación online o mantener la formación presencial tradicional?
Ambos modelos tienen ventajas y limitaciones, pero los datos muestran una tendencia clara: las empresas más productivas tienden a integrar soluciones de e-learning dentro de sus planes formativos, aprovechando su flexibilidad, escalabilidad y capacidad de medición de resultados. En este artículo analizamos las diferencias, ventajas y casos de uso de cada modalidad, para ayudar a las organizaciones a elegir la opción más eficiente.
Qué entendemos por formación online y formación presencial
La formación presencial ha sido, durante décadas, el formato predominante en la capacitación de empleados.
Se caracteriza por la interacción directa entre formador y alumnos en un espacio físico, permitiendo un contacto humano inmediato y dinámicas de grupo que facilitan la participación activa.
Por su parte, la formación online para empresas (o e-learning) se basa en plataformas digitales que permiten el acceso remoto a contenidos, evaluaciones y tutorías, en cualquier momento y desde cualquier lugar.
En los últimos años, gracias a la digitalización y a las nuevas tecnologías de aprendizaje (LMS, IA, microlearning, gamificación), ha pasado de ser un complemento a convertirse en el núcleo de muchos planes de formación corporativa.
Ventajas de la formación presencial
Aunque el e-learning domina las estrategias formativas actuales, la formación presencial sigue teniendo un valor incalculable en determinados contextos.
Interacción directa
El contacto cara a cara fomenta el trabajo en equipo, el debate y el aprendizaje social.
Es ideal para talleres prácticos, formación en habilidades interpersonales o actividades que requieran práctica inmediata.
Mayor implicación emocional
El entorno presencial puede generar un mayor sentido de compromiso y pertenencia, especialmente en los procesos de incorporación (onboarding) o formación inicial de equipos.
Feedback instantáneo
El formador puede detectar en tiempo real las dudas o carencias del grupo, adaptando su metodología sobre la marcha para maximizar la comprensión.
En definitiva, la formación presencial sigue siendo clave en programas de liderazgo, comunicación, seguridad laboral o dinámicas de grupo, donde la interacción humana marca la diferencia.
Ventajas de la formación online para empresas
Flexibilidad y accesibilidad
La principal fortaleza del e-learning es su flexibilidad. Los empleados pueden acceder al contenido cuando mejor se adapte a su jornada laboral, sin interrumpir la productividad ni requerir desplazamientos. Esto resulta especialmente útil para empresas con varios centros de trabajo o con personal en remoto.
Además, el aprendizaje puede desarrollarse en distintos dispositivos —ordenadores, tablets o móviles—, lo que amplía la accesibilidad y fomenta la formación continua.
Ahorro de costes
La formación online elimina gastos asociados al modelo presencial: alquiler de aulas, desplazamientos, dietas o impresión de materiales. Según diversos estudios, las empresas que migran a modelos digitales pueden reducir hasta un 40 % los costes formativos, sin sacrificar calidad ni resultados.
Escalabilidad y personalización
Una plataforma de e-learning permite gestionar grandes volúmenes de alumnos y adaptar los contenidos según el perfil profesional, el nivel o las necesidades específicas de cada puesto.
Las herramientas de seguimiento y analítica ofrecen informes en tiempo real sobre el progreso, el rendimiento y la satisfacción del participante, facilitando la toma de decisiones.
Integración con la formación bonificada
La formación bonificada online es totalmente válida a través de FUNDAE, siempre que cumpla con los requisitos de trazabilidad y tutorización. De este modo, las empresas pueden aprovechar sus créditos formativos de manera más eficiente, optimizando recursos y aumentando el retorno de la inversión.
Actualización constante del contenido
En sectores donde los conocimientos cambian con rapidez —como el tecnológico, normativo o comercial—, el formato online permite actualizar los contenidos de manera inmediata, garantizando que los empleados reciban siempre la información más reciente.
Qué modelo eligen las empresas más productivas
Las compañías más avanzadas no suelen optar por un único modelo, sino por una estrategia mixta o blended learning, que combina lo mejor de ambos mundos.
Este enfoque permite ofrecer flexibilidad y reducción de costes sin renunciar al valor del contacto humano en determinadas fases del aprendizaje.
Las empresas más productivas —según informes de Deloitte y LinkedIn Learning— comparten tres rasgos comunes en su política formativa:
- Digitalizan sus procesos de aprendizaje, utilizando plataformas online con seguimiento personalizado.
- Integran la formación en su estrategia de negocio, vinculando las competencias formadas con los objetivos de productividad y desarrollo profesional.
- Miden los resultados con indicadores claros: rendimiento, aplicabilidad y retorno sobre la inversión (ROI).
Por ejemplo, una empresa industrial puede impartir cursos online sobre normativa de seguridad y combinarlo con sesiones presenciales de simulacros o talleres prácticos.
Del mismo modo, una pyme puede aprovechar la formación bonificada online para capacitar a su equipo en habilidades digitales, gestión del tiempo o atención al cliente, sin necesidad de interrumpir su actividad diaria.
Cómo implantar un modelo de formación eficaz
Elegir la modalidad adecuada no basta: es necesario contar con un socio formativo que aporte experiencia, tecnología y acompañamiento.
Empresas especializadas en soluciones globales de formación, como Grupo System, ofrecen plataformas online con más de 2.000 cursos actualizados, consultoría personalizada y gestión integral de la formación bonificada.
Este modelo integral garantiza:
- Cumplimiento normativo y trazabilidad exigida por FUNDAE.
- Asesoramiento continuo para maximizar los créditos disponibles.
- Contenidos actualizados y tutorías personalizadas.
- Informes de progreso que permiten evaluar resultados y mejorar la estrategia.
De esta manera, la empresa no solo forma a su personal, sino que potencia su productividad y competitividad mediante una gestión profesional del aprendizaje
Conclusión: la formación online como motor de productividad
La evidencia es clara: la formación online para empresas no es una moda, sino una herramienta estratégica para incrementar la productividad, mejorar la retención del talento y asegurar el cumplimiento de los estándares normativos y de calidad.
Las organizaciones más exitosas no sustituyen lo presencial por lo digital; lo integran inteligentemente.
El aprendizaje deja de ser un evento puntual para convertirse en un proceso continuo, medible y alineado con los objetivos del negocio.
En un entorno donde el conocimiento se renueva constantemente, apostar por plataformas digitales y partners especializados en formación corporativa ya no es una opción, sino una decisión clave para la competitividad empresarial.
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